Exposición fotográfica de Selma Ancira

del 9 al 17 de mayo 2010



Exposición fotográfica de Selma Ancira
Los laberintos del destino




Los laberintos del destino
Inauguración 9 de mayo
Exposición del 9 al 17 de mayo
Galería ArtHostal
08003, Barcelona
T. 932 690 044



La vida de toda persona es un laberinto con vueltas y giros inesperados. Antiguamente, los laberintos se construían para que los seres humanos aprendieran a orientarse en su subconsciente igual que en los caprichosos y enredados meandros de las construcciones subterráneas. Hoy en día los laberintos son apenas un recuerdo... Un recuerdo de tiempos remotos, tan remotos que a veces resulta imposible distinguir la frontera entre lo hecho por el hombre y lo creado por la naturaleza.
Rusia es el país de los bosques impenetrables y las llanuras ilimitadas, sorprendentemente verde en verano y cegadoramente blanco en invierno. Grecia es el país del mar y el cielo azul. De las rocas. Las montañas. De los templos que, aun esparcidos como ruinas, conservan su majestuosidad natural ya que fueron creados por las manos de la armonía misma.
Grecia y Rusia son dos universos totalmente distintos, con sus propios misterios y sus propios enigmas. Pero, ¿qué hace que esos dos mundos, tan distintos entre si, estén íntimamente entrelazados en esta exposición? Probablemente a muchos sorprenderá esta Rusia y esta Grecia sin cúpulas doradas y blancas iglesias sobre el fondo de un cielo azul. Sí, es una mirada distinta. Es la mirada de quien no sólo ve con los ojos, sino con el corazón. Con un corazón que ama y al que todo le es querido, especialmente los detalles, los matices…

Selma Ancira (México, 1956) llegó a los dieciocho años a Rusia para estudiar Filología en la Universidad Estatal de Moscú. Aprendió no sólo el idioma, sino los usos y costumbres de aquel lejano país. Aprendió también el abecé del griego moderno, en un intento de acercarse a Grecia, una tierra que desde siempre había ejercido en ella una atracción inexplicable. Por los caminos de su propio laberinto, Selma fue a parar a Atenas, donde se entregó al griego moderno y su literatura. Convertida en traductora literaria, ha vertido al castellano parte importante de los grandes de la literatura de esos dos países: Pushkin, Tolstói, Goncharov, Bunin, Tsvietáieva… por un lado, y Seferis, Ritsos, Kampanelis, Iordanidu… por el otro.

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