11 de septiembre de 2009
La medalla de oro de la Generalitat constituye el reconocimiento más importante que se otorga en Cataluña y es la primera vez que se concede a un país.
Se trata de un reconocimiento al pueblo de México, al conmemorarse el 70 aniversario del inicio del exilio republicano español por su “generosidad, valentía y fraternidad”.
El presidente de la Generalitat José Montilla, hizo entrega el 11 de septiembre de 2009 en el Palau de la Generalitat, en la ciudad de Barcelona, de la Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya, que este año fue concedido al pueblo de México y al cuerpo de bomberos de la Generalitat.
La medalla de Oro expresa el reconocimiento del gobierno catalán hacia aquellas personas que han prestado servicios eminentes y extraordinarios a Cataluña en los ámbitos, político, social, económico, cultural o científico.
Decretro:
El pueblo mexicano: generosidad, valentía y fraternidad en la acogida del exilio republicano
Con la represión franquista, la existencia de nuestro país se veía amenazada y, en aquellas circunstancias, muchos catalanes se vieron forzados al exilio. La brutalidad fascista habría interrumpido irremediablemente el desarrollo de Cataluña, si no hubiera sido por México, entonces presidido por el General Lázaro Cárdenas del Río, que extendió una mano generosa en momentos de extrema adversidad.
Mujeres y hombres que huían de la miseria -material, humana y de ideas- encontraron en México un espacio donde reencontraron la ilusión por el futuro. El pueblo mexicano supo sumar y no dividir, y miles de historias de vida enlazaron para siempre los destinos de Cataluña y México. La fraternidad mexicana se evidenciaba, por ejemplo, en la concesión de la nacionalidad mexicana con la protección sin límites de todos los exiliados con solo llegar a tierras mexicanas. Y aún más, en 1940 con la llegada de las tropas nazis, el horror y la muerte volvían a amenazar a los refugiados que se encontraban en el Estado francés. Desde el Gobierno de México, país comprometido con la justicia, también fuera de su territorio, el Gobierno francés recibió el anuncio de que los exiliados republicanos que se encontraban en Francia recibirían la protección de la bandera de México.
La generosidad de este pueblo permitió mucho más que la supervivencia de los exiliados; México hizo posible la persistencia del patrimonio nacional y el reforzamiento de la cultura catalana. La producción científica e intelectual del país continuó su curso, contando no solamente con la libertad de que la que gozaba en tierras mexicanas, sino también con el apoyo activo de aquel país. El Colegio de México, punto neurálgico del pensamiento prolífico aún hoy, fue fundado por el Gobierno mexicano con la intención de ofrecer a los intelectuales republicanos un espacio de encuentro y continuidad de su pensamiento. Las universidades mexicanas más destacadas también incorporaron de manera rápida y con respeto a los exiliados republicanos a sus aulas. Las letras catalanas fueron nutridas por revistas impulsadas por catalanes exiliados en México, entre ellas: Quaderns de lexsili, Full català, El poble català, Revista dels catalans DÁmèricas, Llettres, Catalunya …grandes nombres de la literatura catalana como Josep Carner, Agustí Bartra, Anna Murià, Avel-li Artis Gener “Tisner” y Peré Calders se cuentan entre los que van a hacer que Cataluña viva desde México. De hecho, en los años cuarenta México se convirtió en la capital en la edición de libros y revistas en catalán.
Durante cuatro décadas, México mantuvo presente un referente democrático para el horizonte de Cataluña. En el año 1954, fue en la Embajada Republicana en México –único Estado con valentía y congruencia suficiente como para reconocer el Gobierno Republicano- que Taradellas fue nombrado Presidente de la Generalitat en el exilio.
México demostró un gran sentido de la justicia, del respeto por los valores democráticos y, sobre todo, valentía para comprometerse como lo hizo con el exilio republicano, en un momento en que la comunidad internacional, casi al unísono, se manifestaba en contra. La entrega del pueblo mexicano durante el exilio republicano merece el máximo reconocimiento institucional de Cataluña y el agradecimiento fraternal de un pueblo catalán que tiene memoria.
A setenta años del inicio del exilio republicano el Gobierno de Cataluña manifiesta su profundo agradecimiento y admiración al pueblo de México por la excepcional generosidad, valentía y fraternidad que hicieron posible la persistencia con dignidad de la nación catalana. La Medalla de la Generalitat de Cataluña reconoce los servicios extraordinarios prestados al país en los ámbitos político, social, económico, cultural o científico. El pueblo mexicano es merecedor integral de esta distinción ya que en su acogida al exilio republicano tuvo un impacto decisivo en cada una de estas áreas.
En la ceremonia estuvo presente el Dr. Mauricio Hernández Ávila, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud, quien asistió como representante designado por parte del gobierno mexicano para recibir esta distinción en representación del pueblo de México. Asimismo estuvo presente el embajador de México en España, Jorge Zermeño y Jaime García Amaral, cónsul general de México en Barcelona.
Por parte del gobierno catalán además del presidente Montilla asistieron el vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Josep-Lluis Carod Rovira y el Consejero del Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura.
Durante su intervención, el Dr. Hernández Ávila dio lectura a la carta de agradecimiento que el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, dirigió al pueblo catalán, en donde manifiesta que la presea constituye una muestra más de los lazos de afecto y de cooperación que unen al pueblo catalán y mexicano.
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